JL - VIVIR EN LO INTERNO

VIVIR EN LO INTERNO

27-03-87

Siente el amor y la libertad, intégralo y plásmalo en tu mente. Amor, descubre el verdadero amor no lo califiques, siéntelo en ti. Sé capaz de sentirlo por ti mismo, ésta en ti y permanece en ti. Libertad; una pregunta te hago ¿eres pleno en tu manifestación? ¿La carne en la que te contienes te agobia? Pues si te agobiara no eres libre, ya que la carne que vives es tu verdad. Si esta te estorbara no eres libre, mucho menos si ésta actúa en contra de tu voluntad instintivamente, no eres libre.

Cuando eres pleno en un cuerpo que no hace lo que tú le ordenas no puedes ser feliz, viviendo dolor, carencia y sufrimiento en el cuerpo en el que te contienes. Y de ninguna manera el cuerpo que posees te quita libertad. Pregúntate entonces si el Ser que eres te limita. Rompe ya esa idea para que en el seas libre, pues eres libre en el cuerpo también.

Los que están aquí un sinfín de cosas, de vivencias, de situaciones han trascendido. En silencio absoluto deberían ya compenetrarse pues donde no hay ego no hay barreras, pues donde no hay ego no hay diferencia. Esta no es una reunión a polémica, es la conjugación de los elementos e instrumentos que tienes para expresarte, es la comunión en todos los niveles perfectos del Ser que Eres. No vienes a aprender aquí, sino a expresarte, no vienes carente sino vienes a darte, no vienes a cuestionar, porque sabes. Te fundes con todos y cada uno de los Seres que aquí están, te expandes y te contienes en todo; a eso vienes.

A transmitir la plenitud que manifiestas, en un oasis de paz, de sabiduría y amor te encuentras. Ante el agua viva estás y no la tomas; en la sabiduría, y preguntas, en la voluntad y deseas aplazando siempre, aplazando siempre. Así eres amado, así Eres, Eres. Reconoce en ti a la Magna Presencia fúndete en ella sé uno, deja atrás tu personalidad, tu máscara, tu calificación.

Fúndete en la Magna Presencia que te mueve, contémplate en ella, sábete en ella, sábete en ella, más allá fúndete en ella, déjate para que no oses interpretarla, siéntela. Para que no oses calificarla, intégrate, para que no haya dudas ni preguntas, ubícate. Deja el externo ya, vuelve a ti, vuelve a tu Principio, deja ya el externo. Intérnate en tu presencia monádica.

¿Podrías explicar el latido de tu corazón? Siéntelo, concéntrate en el. Quizá mañana con las letras entiendas al Padre, vívelo, fúndete en Él, deja atrás tus dudas pues mil respuestas encontrarás y tal ves te confundan todas ellas.

En el más profundo silencio de tu Ser, en el más profundo silencio de tu Ser, en el más profundo silencio de tu Ser encontrarás tu respuesta.

Todo Es, todo Es; no dudes, no preguntes, SIENTE. Siempre te llevaras a este punto. Ahórrate el regresar atrás pues volverías a regresar a este punto. En el punto de Fusión del Ser y su parte Divina, en el nacer, en el Ser.

Apaciblemente y en amor recíbelo y no oses nunca más generar dolor para nadie, pues a ti llegará, la ley es perfecta. Sin embargo cuando la conoces nunca mas vuelves a transgredirla, nunca más incurres en el error y este es un gran paso. Nunca hables de justicia en el Padre pues en Él no se concibe la justicia e injusticia. Eres tu propia Creación y vives lo que has atraído a ti mismo, lo que has generado para ti.

Pon en práctica ya tu conocimiento para que no te impacientes y caigas en la monotonía ni en la ansiedad pues un Ser que conoce jamás se impacienta, jamás espera siempre toma lo que le llega y de esa misma forma lo deja. Toma de este momento y llénate de el, pues mi palabra no podría expresar lo que se genera aquí. Ábrele la puerta al Amor Divino y plásmalo en todo tu Ser.

Cuando el ser empieza a externarse en el amor espiritual en su primera fase, en su afán de búsqueda se llena de un sinfín de conocimientos que tienen la validez de que estos lo van encausando al Ser, sin embargo, en nosotros sucede algo distinto. Ya no es a través del conocimiento, de la teoría como vamos a llegar, ya estamos.

Aprendamos de nosotros mismos, reconozcamos la Magna Presencia en nosotros mismos y actuemos regidos por ella, esta no necesita de palabras, no necesita de letras, ésta Es, en cada uno de tus pensamientos, tu sentimiento y tu acción.

Sólo aquietándote podrás reconocerla en ti, la podrás percibir claramente no con ideas externas ni con conjeturas ya que la Magna Presencia no se evade en un lenguaje, la Magna Presencia se hace presente en el Ser cuando éste decide abrirse a ello. Hay días que de alguna manera utilizo la palabra para hablar de los Principios que rigen al Ser, pero hay días que mi palabra limitaría la Presencia del YO SOY en cada uno de ustedes. Y prefiero callar en lugar de repetir lo que se ha venido repitiendo en milenios en este mundo. Prefiero plasmarles en su Ser ilimitadamente, a valerme de los sentidos para enseñarles e instruirles

Esto tal vez es hoy una secuencia a como hemos estado acostumbrados pero cada día tal vez la confusión que muchos viven hoy les servirá para aquietarse y dejar de tratar de entender, es tal vez el que nos saquen de alguna manera de un programa. También les enseña a que nunca se responda instintivamente, a que se aprecie siempre cualquiera que sea la situación que se presente, a no dogmatizarte en un estilo, ni en ninguna ceremonia, ni en ninguna forma específica de dar el conocimiento.

Atrás de todo esto para el Ser sabio hay una gran enseñanza, ojala de veras, sepan apreciarla, para que dejen de depender del externo y escuchen a su Padre, y lo perciban dentro de cada uno de ustedes; confundidos, aclarados, amorosos, viciosos, dogmáticos, desilusionados. Cada quien se califica a sí mismo, cada quien recibe en la medida que quiere vivir.

Sé también darle al Ser humano como el me pide, mas a ustedes no les puedo dar así porque ustedes se tienen que dar a sí mismos, porque ustedes de todo, de todo tienen que aprender a disfrutar, hasta de la aparente confusión. Tal vez sea incoherente para algunos seres que tenga que instruir fuera de ustedes porque ellos no saben lo que ustedes saben, porque ellos viven el externo, porque el externo marca la vida que llevan. Tal vez allá sea incoherente mi forma de externar el conocimiento, pero ustedes sabrán tomar de cada día lo mejor.

Y habrá lugares en que me exprese con disciplina, con continuidad, con Ciencia, con orden, ya que conciente estoy de que hay Seres que de eso depende la armonía de sus vidas.

A ustedes los invito a estar siempre alerta a la

enseñanza, que hay atrás de la aparente confusión, atrás del no conocimiento, del vacío. Y que busquen más en su interno y que se aboquen más hacia lo interno porque el externo es inconstante, es cambiable, es transmutable y no puede seguir siendo así.

En ustedes debe haber una firmeza, una convicción, una inmutabilidad. Debe manifestarse de esa manera para que desde ahí puedan captar el externo sin verse involucrado en el, sin depender de el. Ojala se hayan internado, la puerta estaba abierta. Quien haya querido pasar, paso, quien no se siguió preguntando si estaba bien o estaba mal, y por los siglos de los siglos, tal vez siga preguntando si se está bien o se está mal, cuando siempre se está. Buenas noches.